jueves, octubre 8

Shaken, not stirred

Quisiera enamorarme como María Victoria y escuchar campanitas. En vez de eso, escucho un violín tipo Emilie Autumn que me irrita y me obliga a aceptar que la vida, o por lo menos la mía, es absurda. A la miseria le gusta la compañía y no es tan poético como hablar de compositores muertos. El asunto es tan guarro, que se trata más bien, de gigolos de la cultura.

¿Que cuántos años han pasado? No lo sé, pero sé que los dinosaurios existen. ¿Quieres escuchar a Miles Davis? Sí, pero no pongas la luz tan baja.

Mira, es un homenaje a Jasper Johns.
Platícame más cosas.
Nada, que quiero leer las putas asesinas de Roberto Bolaño para ver que aprendo. Que la curaduría del Greco y los tapparrabos en la iglesia me gustó, jamás hubiera pensado en mezclar al Greco con arte contemporáneo, criticando a la iglesia misma. Que hoy iba a haber fiesta en el 404 pero se canceló. Que me interesa la acuerela y el performance. Que quiero dejar las cursilerías a un lado para hablar de cosas importantes, pero no puedo. Que esto no es bello como el encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas. Que la différance...

Vivo en el numero 33 del piso 13. Te voy a preparar un martini. Te puedes quedar si quieres.

No gracias, eres muy fácil de leer, pero el libro es aburrido.