domingo, octubre 11

Paleta

Ya había olvidado tu mood de José José. En vez de odiarte me hizo sonreír payasito. Hoy quieres saborear tu dolor, paloma. No pudo esperar más, Verónica se llevó tu felicidad. Luego te pones de pie y te vuelves un magnífico bailarín de la Habana. ¿Cómo se te ocurre venirme con esto a estas horas? No es patético, pero tampoco entrañable, y sin embargo, quedará por siempre.

Guaaaa.... Ay preciosa quiéreme, apiádate de mi, ven a mi. Pero hoy no puedes dejarme escuchar el eco de tu propia voz, allá por Panteones. Este dulce amor tiene un coro muy malo. Por favor, olvídala, por eso vete con ella vida. Aaaauuuu!!! Ahh ahh ahh, ohh ohh ohh... Es como un rock de piano de cola, sax, flauta y un mar verde, con flores blancas y olorosas. Tal vez son gardenias que significan todo para mi. Meu corazón te entrego yo mi amor, y no es Oliverio Girondo que sabe volar, es César Costa o tal vez Enrique Guzmán, por ahí de los sesentas, no dos mil cuarenta y seis. Soy yo, tu tacón de baile, yo, tu karaoke en la pantalla.

Encontraste tu vida olvidada debajo de un libro. Al lado de la grabadora y los cassettes de contenido yolanda y un poco de roland. De verdad que te fue muy bien, pudo haber sido peor, sigues escuchando con tu cabeza en tu hombro. ¿Qué no te quieres sentar ya? Mira, yo no sabía, te voy a platicar de las putas de Márquez, ven, siéntate. No me cansaré de bendecir tanta dulzura sabor chocolate. Bonita de quinto patio, tú tienes personalidad.

Oh que alegría, la que sentía. Y así la música siguió y siguió, toda la noche hasta que amaneció. Ayayayaiii...

Yé yé, yé yé. (Bis)