miércoles, octubre 14

Percepción y alteridad

Ante el rostro del otro, el cuerpo hace que el tacto y la vista suspendan la representación del mundo. La alteridad significa entonces la ruptura fenomenológica: el otro no es para mi cuerpo un objeto ni un fenómeno, es un enigma que revierte mi acción sobre el mundo, convierte mi acción en fraternidad y ofrenda. El otro provoca en mi cuerpo deseo y obsesión amorosa. El otro arrebata al amante el grito de angustia: destino que la ausencia provoca.

José Luis Barrios. 1997.