L.O.V.E.

Amamos a paz, amamos las ballenas y la fotografía en blanco y negro y a los japoneses y a los chinos, a los parsons y el sex appeal y a Orozco en la ballena. Como en el capítulo de las palomas y tequila solo. Con un molino de viento, y no es Don Quijote, ni Pantagruel, ni Ignatius Reilly, ni una botellita de agua bendita. Vivienda, el gran diluvio ya pasó, casa prefabricada, toda de madera, empujando la puerta, dentro escuchamos voces, somos espiritistas.

(dentro de un fast food un niño empuja una puerta de cocina, oscura con una ventana redonda, de vidrio, en el centro)

El letrero en la entrada de las hamburguesas que quedan por nuestra casa dice PUSH PULL. Niño junior box de 13 años escucha la jukebox portátil en su iPod que incluye a Björk.

-Me llamo Roni, pero llámame Maik. Soy muy blanco y robusto. Pienso que el siglo XIX era mejor que el XXI. Schopenhauer, ohh Scho.... pero platícame de ti.- El niño sonríe, es niña fresca.

-Yo me muero cada vez que pienso en William C. Williams.-Le digo. Maik me recuerda a ti, cuando en mi cumlpleaños decidiste salir a caminar muy lejos, dijistes ahorita regreso. Más sin en cambio, te fuistes. Y nunca regresastes, por eso no me importa Leonard Cohen, ni lo oscurito, le dedico más tiempo al corazoncito bulletproof de menta.

Adiós Disney, nunca te hiras. No te delates Benjamin, y no intentes el ritual de la momia azteca porque te me aparezco. ¿Arabe? ¿Judío? ¿Judío gay? Matmos. Pero lo entiendo, mientras unos se piensan portada de libro de Daido Moriyama, otros viven entrada a Alcatraz. Y cámara en mano y toda la cosa te estamos filmando. We are all cheaters. In all senses. Mexikanische kraftwerk sindicatus hedonismus. Ahora estoy frente a Maik y me pone de nervios su sonrisa, me gusta.

We were there. Ahí vamos y seguimos. Siempre sin saber por qué. Sordos, nos besamos sabor francés chocolat. Sr. Falafel, M. Díaz, digan lo que digan, hoy será mi gran noche. Air. Air. Y tres. Y cuatro. Y cinco. No te delates. Nein, nein, nein, nein, nein!!!