domingo, junio 5

Geisha la vida

Tenía a esta mujer asiática en el dashboard. Así que cada vez que lo abría ella aparecía. Maquillaje blanco y ojos rojos mirando de lado.

Hiroshima mon amour es la chica de al lado. En realidad ella viene de otro país, pareciera que es francesa. Fernando se fija en ella. Hay algo en el aire y las estrellas brillan y se reflejan en las pupilas. Dentro de un paisaje tropical a ritmo de Rigo Tovar las noches pasan.

Una mujer pasea en bicicleta, quizá se trate de Hiroshima mon Amour.

Al abrir su computadora dio click en el dashboard y cambió la imagen. Ahora Bouguereau lo acompañaba. Pensaba en el soundtrack correcto para la historia de Hiroshima mon Amour y Fernando. El Sirenito estaba por supuesto.

La mujer sostiene un libro. Él llega con un helicóptero en la mano y se lo ofrece. Love, love me do. You know I love you. Tres meses. Seis meses. Ocho meses. Cuatro años.

Suena un saxofón en la bocina. Es Ultravox. Es el atardecer y hace calor. Piensa en geishas que bailan a ritmo de bossa nova mientras toma cerveza. El momento es placentero.