jueves, abril 1

rosas con dientes

Sentía algo raro al caminar. Entonces descubrió que tenía una piedrita adentro del fino zapato.

"Heliogábalo nació en una época en que todo el mundo se acostaba con todo el mundo; y nunca se sabrá dónde ni por quién fue realmente fecundada su madre. La filiación de un príncipe sirio como él se establece por las madres; y en lo que a madres respecta, hay alrededor de ese hijo de cochero, recién nacido, toda una pléyade de Julias; y ejerzan o no en el trono, todas esas Julias son meretrices de alto vuelo."

Antonin Artaud. 1934.

Sentía que las uñas crecían y que podía arañar y arrancar costritas. Aunque trajera audifonos puestos siempre estaba al pendiente de lo que sucedía. Sonrisas. Tamaños inmensos.

En Tasqueña hay unos pandilleros. Violan a los indigentes con botellas de cerveza. A veces los hacen sangrar. Ahí se quedan tirados. Sufriendo en silencio. Sus gritos nadie los toma en cuenta.

Siempre trae buena música. Nada lo detiene. Tiene ganas de matar a su hermano. Baila al ritmo de lo que su dinero puede pagar. Mujer maldita de lentes obscuros y pestaña postiza le sonríe. Pero una molestia en el pie le impide continuar esta noche. Mañana, de mañana, tal vez. Celular con nombres que ni recuerda dónde ni cómo conoció.