domingo, mayo 31

rufián1


Esperaba como siempre (desde hace unos meses), despertarme con el cacarear del gallo de peleas que perdió un ojo en una de tantas batallas en Culiacán y vino a ser rescatado por un texano defeño, pero ya no está el gallo. Salí al jardín a cortar unas flores, después de cinco años en el mismo jarrón se marchitaron. Prendí la tele y estaba un documental de Timbiriche, flojera total escuchar a Erik Rubín cuando en tu cabeza tienes a Corcobado. La cabeza me duele, tengo un moretón en el ojo izquierdo, me pegué contra una ventana tan transparente que no se veía, es seguro que voy a soñar con luciérnagas. Vendrán los días de tarantismo, ya tengo una pomada para los pies hinchados. Hoy voy a ver el cielo estrellado para soñar nubes de mar picado. Me presenté con mi curriculum ante un kiffer, no me contrató porque no fumo lo suficiente, nadie me dijo que era un kiffer. Pienso en el zombi que escribió sobre las flores azules del Chopo, sé que tiene escondidos en su casa unos tacones de 10.2 cms y sólo los usa para follar con altos. Maldito, devuélveme mis zapatos. Te doy a cambio mi celular pero devuélveme mis zapatos.

Pronuncio tu nombre. Silencio total.