miércoles, marzo 5

Cenizas de miércoles



Pero la exposición de sí como la abstracción pura de la autoconciencia consiste en mostrarse como negación pura de su modo objetual, o en mostrar que no se está atado a ninguna existencia determinada, que no se está atado en absoluto a la singularidad universal de la existencia, que no se está atado a la vida. Esta exposición es la actividad doble: actividad del otro, cada uno va, entonces , a por la muerte del otro. Pero también está presente en esto la segunda actividad, la actividad por sí misma: pues la primera actividad conlleva el poner la propia vida en ello. La relación de estas dos autoconciencias está, pues, determinada de tal manera que ellas se ponen a prueba a sí mismas y a la otra por medio de la lucha a vida o muerte. -Tienen que entrar en esta lucha, pues la certeza de sí mismas, de ser para sí, tienen que elevarla a verdad en la otra y en ellas mismas. Y es sólo poniendo la vida en ello como se pone a prueba en ellas mismas. Y es sólo poniendo la vida en ello como se pone a prueba y acredita la libertad, como se prueba y acredita que, a la autoconciencia, el ser no le es esencia -no se lo es el modo inmediato en que ella entra en escena, no se lo es su estar inmersa en la extensión de la vida-, sino que no hay nada en la autoconciencia que no fuera para ella un momento evanescente: que ella es solamente puro ser-para-sí. El individuo que no ha arriesgado la vida puede muy bien ser reconocido como persona; pero no ha alcanzado la verdad de este ser reconocido como una autoconciencia autónoma, que se sostiene por sí misma; su esencia se le expone como otro, está fuera de sí, tiene que cancelar su estar-fuera-de-sí; lo otro es una conciencia que es trabada de múltiples maneras, tiene que mirar de frente a su ser otro como puro ser para-sí o como negación absoluta.

Hegel. Sistema de la Ciencia.