miércoles, septiembre 2

Situación actual de la crítica de arte a nivel internacional



La crítica de arte contemporáneo es un ejercicio que escritores de distintas disciplinas llevan a cabo para poder ofrecer a un público variado un panorama de las manifestaciones artísticas de hoy, abarcando temas como la producción de un artista, su relación con la sociedad, sus intenciones estéticas, políticas o filosóficas, o bien reseñas de las bienales, las tendencias en el mercado. En fin, las formas de abordar el arte pueden ser muy distintas entre sí pero podemos hablar de constantes en dichas formas. He escogido seis artículos para ahondar en este tema.

El primer ejemplo que he escogido es un texto de Issa María Benitez Dueñas, historiadora del arte. Supe de ella al estudiar sobre Felipe Ehrenberg, pues fue la primera en lanzarse a hablar de su obra en conjunto. Pienso que es interesante dedicarle cierto tiempo de tu vida a un artista, muchas veces ellos van dando la pauta de lo que hacen y uno poco a poco los va descubriendo hasta poder decir “ah, ya, ya sé por dónde va” entonces uno se puede sentir identificado con su discurso o no, o pensar que el artista ha llevado una constante que lo hace identificable.

Dicho artículo fue publicado en la revista Art Nexus no. 62 vol. 5, año 2006. Se encuentra en la sección dedicada a crónicas, por lo tanto es una crítica descriptiva, que nos narra una exposición de Yoshua Okón en una galería en Madrid. Podemos saber el soporte de las piezas, de qué tratan y entender que son obras irónicas acerca de temas de la sociedad contemporánea.

Descripción: “En la exposición que presenta en la Galería Espacio Mínimo de Madrid este tono parece perpeturarse [entiéndase esto como “obras graciosas”, algo que Benítez menciona en las primeras líneas de su texto]: jóvenes absortos en la música que sale de sus audífonos, mientras mueven la cabeza rítmicamente, o la recreación de un tiroteo en la que los advenedizos actores hacen “pum” cada vez que simulan un disparo, por ejemplo.”

Descripción crítica: "Se trata, en todos los casos, de trabajos que se sostienen sobre la finísima línea entre la realidad y la representación, se trata de obras de arte del género casero, es decir, alejadas de las superproducciones y purismos que se acostumbran en el arte más contemporáneo."

El siguiente ejemplo es una publicada en Flash Art. International Edition, vol. XLII, no. 267, July-September 2009. En dicha revista italiana, el crítico Nicola Trezzi emplea un tono tanto académico como descriptivo para hablar de una nueva tendencia en el arte a la cual él apuesta o piensa que es síntomatico frente a la tendencia anterior.

Después de que el artista había renunciado por casi tres décadas a la tarea de crear, utilizando recursos como el apropiacionismo, o el realismo crudo como los YBA, y el deseo utópico del arte relacional –llegando al cinismo por un extremo y al populismo por otro-Trezzi considera que la nueva camada de artistas regresa a lo artesanal como respuesta a lo anterior, pero también al ya generalizado arte digital realizado en computadoras que se ofrece como un objeto más de consumo otorgando objetos novedosos y de moda. Trezzi menciona en específico, artistas que encuentran como punto de reunión la galería Guild & Greyshkul, ubicada en Nueva York. Dichos artistas, nos dice Trezzi, le regresan el aura al objeto en un espacio que no implica la blancura total en la que cualquier objeto puede parecer interesante.

En un momento en el que el medio está saturado de conceptualismo y ready-made, los artistas regresan a técnicas más artesanales como esculturas hechas de papel maché, tinta sobre papel, fotografía experimental, diseño de muebles o pintura que se encuentra entre lo abstracto y figurativo. Al parecer, la nueva camada regresa al modernismo reinterpretándolo en un intento de modificar los discursos imperantes.

Mi tercera elección es otro artículo más de Art Nexus, el mismo volumen que el anterior (no. 62, vol 5, año 2006) y en este caso se trata de un artista –Gean Moreno- hablando sobre otros artistas, el colectivo AVAF, dirigido por Eli Sudbrack. He estado interesada en AVAF y por eso escogí esta crítica. El tono en el que habla Moreno lo podemos insertar dentro de la crítica cultural pero también académica. Es una lectura bastante amena en la que nos podemos encontrar comentarios como “…muchedumbres de chicos lindos y parásitos del arte exacerbados con éxtasis, que uno puede verlos entrar a esta tradición.”

Pero también nos habla de la intersección entre el arte y el entretenimiento y lo que esto implica. Podemos ver que AVAF utiliza elementos de la cultura popular reinsertándolos en la sociedad, en este caso, a través de un discurso artístico que propone una mirada alternativa a las normas de comportortamiento que implican un orden falocéntrico y heterosexual . En palabras de Moreno, las producciones de AVAF no son sólo apropiaciones, sino que “es como arrojar la red de la sensibilidad, presentando cosas que ya están circulando en la cultura, y organizando una nueva estructura renovada para asimilar.” Dentro de esta misma lógica, Moreno los inserta en una situación de ambigüedad y contaminación que tienen que ver con una postproducción en la cual la especificidad de los medios es desdibujada.

En cuarto lugar, se trata de una entrevista publicada en Flash Art, International Edition, vol. XLII no. 267 July-September 2009. Decidí incluirla ya que es un recurso muy utilizado en el arte contemporáneo porque el artista mismo nos puede dar claves de por dónde va su investigación estética y hablar un poco sobre sus obras. En este caso, Valentina Sansone hace una entrevista a Artur Zmijewski, artista polaco que utiliza como soporte el video.

A mi parecer, podría ser un tipo de crítica social, si tenemos en mente el post-marxismo, por parte del artista, que se enuncia en su arte, pero también en sus palabras sin tener que ocupar precisamente el término "post-marxismo". Zmijewski hace obras cuyo contenido siempre tiene relación con la sociedad y el contexto geopolítico de Polonia, país que fue comunista y al cual fueron enviados judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Algunas de sus obras han sido realizadas en colaboración con diferente tipo de personas, como un médico que sana a través del arte, una terrorista cuyo medio es el arte, los obreros, un profesor de universidad e incluso un político.

Para Zmijewski, el arte no sólo tiene que formular preguntas sino también ofrecer respuestas. No sólo ser un ornamento, sino un movimiento social. Al parecer, sus obras funcionan como dispositivos de dislocación de situaciones que se dan por sentado pero que podrían ser diferentes ya que se tratan pequeñas puestas en escena de lo que sucede en una escala mucho mayor.

En el video “Them” un taller que el artista organizó fue videograbado. En el taller fueron confrontadas las distintas ideas de polacos judíos, cristianos, jóvenes socialistas y nacionalistas a través de sus representaciones visuales.
Se ha mencionado que la dinámica utilizada en el taller “Them”, lleva hacia la destrucción, sin embargo, Zmijewski comenta que “nosotros no deberíamos extinguir la pasión política llamando su efecto . En su lugar, deberíamos de contribuir a ella creando y ofreciendo a la gente nuevos instrumentos de expresión política, involucrando a la gente políticamente como sujetos.”

En cuanto a la forma de realizar la entrevista, Sansone sólo formula preguntas ya planeadas y en ningún momento cuestiona al artista en sus respuestas o formula nuevas inquietudes a partir de sus respuestas. Sin embargo, las respuestas de Zmijewski nos muestran aspectos de la sociedad en relación a la economía y la política que se encuentran en tensión y al hablar de dichos temas el artista parece estar bien informado y es alguien que toma el micrófono, en el campo del arte, para enunciar este tipo de hechos que resultan conflictivos. Algo a tomar en cuenta, es que era el artículo resaltado en la portada de la revista, esto podría significar que el arte periférico está cobrando mucha importancia hoy en día.

Mi siguiente elección fue tomada de Arte al día (International) no. 127 mayo/junio/julio 2009. Se trata de una crítica más que nada académica, escrita por Paula Braga acerca del arte de Beatriz Milhazes. Escogí dicha crítica ya que como estoy interesada en AVAF, encontré que las obras de Milhazes son un poco parecidas a las de AVAF en cuanto al uso del collage, además de que se trata también de una artista brasileña. Sin embargo, en este caso se trata de arte femenino que se relaciona con lo decorativo y el arte popular, aparentemente sin ninguna implicación política o social como es en el caso de AVAF. Paula Braga encuentra sus antecedentes en Hélio Oiticica, el carnaval, el bordado en mantelería, los encajes, la imaginería psicodélica de la década de 1970, el arte barroco brasilero y portugués. Con esto, la obra de Milhazes puede introducirse en la tradición del arte culto y el popular a su vez. Por otra parte, es interesante leer la descripción de la técnica en la realización de las piezas, ya que involucra un proceso que a simple vista no se ve:

“Los coloridos motivos se secan sobre láminas de plástico. Los coloridos motivos se secan sobre la película plástica, a menudo quedando durante meses y aún años a la espera de recibir una capa de gel acrílico transparente. El lado recubierto de gel se aplica entonces sobre la tela. Transcurridas doce horas, el plástico se despega, dejando adherido al lienzo un motivo colorido. Surgen imperfecciones durante el proceso de despegue y éstas son bienvenidas por la artista, generándose así las aparentes rayaduras de las superficies de sus pinturas.”

Finalmente, un típo de crítica que disfruto mucho de leer es la crítica cultural debido a su tono tan personal e irónico, aquí ejemplifico esto con un escrito de Dave Hickey, quien narra su experiencia emocional de ser curador de la Bienal en Santa Fé en el 2001 y cómo posteriormente es invitado a una conferencia llamada Bienal de Bienales:

“They said they would fly me business class to their native land, put me up in a hotel room with a balcony and provide a driver for my tour of government-approved art. I politely declined these junkets. Curators may do this sort of thing, but art critics may not –because it’s creepy. A week before the show opened, I nearly tipped over from cardiac arhytmia. I drove myself into a clinic. A doctor from Mumbai bopped me with a Valium drip and gave me some pill that, he promised, would postpone my demise.”
… “A month later, I received an invitation to a conference in Spain titled “A Biennale of Biennales –a cruel joke, I suspected, designed to escalate my daily dose of Amioderone…”

Por último, nos habla de cómo su experiencia de la Bienal de Venecia del 2007 no tuvo nada que ver con la experiencia de otros críticos y se burla de su forma de escribir:

“Enwezor’s review begins with shamanistic foreboding. […] Then, one paragraph thereafter, Enwezor glances down from his pedestal to inform any high school dropout reading Artforum at the orthodontist’s office that the term “cultural production” may be attributed to the French sociologist Pierre Bordieu. So thanks for that, dude.”
Esta crítica fue publicada en: Art in America. International Review. June/July 2009 no.6. Decidí dejarla en inglés sin hacer mi traducción para dejar el toque personal del escritor.

Pues estos fueron seis tipos de crítica que pueden servir de ejemplo a quien esté interesado en escribir sobre arte contemporáneo o como guía sobre el pensar actual y la forma de generar conocimientos en distintos tipos de escrituras acerca del arte.